30 de enero de 2015

Tren de vuelta



 Ha sido un viaje de excesivos cambios. La ruta prevista se alteró en un instante. La velocidad aumentó provocándome un vértigo inimaginable, elevándome tan alto para luego dejarme caer en picado y propiciarme un golpe brutal contra el suelo. Sin piedad ninguna. Ha sido un recorrido sin aliento. Ha sido un camino de esos que no se pueden olvidar, por mucho que se viaje después.